Rompiendo esquemas




Algo que me ha sorprendido a lo largo de estas 36 semanas de embarazo (aún quedan cuatro para la fecha prevista del parto) es el desconocimiento de muchas compañeras de trabajo acerca de lo que es un embarazo y un parto. A la mayoría de ellas se les ha inculcado desde la adolescencia que un embarazo es una maldición, una enfermedad, algo terrible y que un parto es un acto de dolor extremo que sólo puede ser realizado en un hospital rodeado de personal médico, tubos, cables y anestesias.


Lo curioso del caso es que no os estoy hablando ahora de adolescentes sino de mujeres hechas y derechas con carrera universitaria superior y algunas hasta doctorado.


Cuando les cuento que no es así y que dar a luz es una esperiencia única, especial, y que los famosos dolores se pueden controlar y que cualquier mujer esta preparada para parir y disfrutar de la experiencia les rompo los esquemas, al igual que se los rompo cuando les digo que soy más feliz en mi casa jugando con mis hijos que saliendo un sábado de noche.


Durante estas 36 semanas les he mostrado ecografías para que vieran que lo que había dentro de mi es mi hijo o hija (hasta que no nazca no sabremos si es niño o niña), no cuatro células no un invasor, es increible la cara que se les quedaba a muchas de sorpresa. De hecho una de las frases que más oí fue el típico "¿Pero a las 10 semanas esta ya tan formado?" . Mi respuesta fue siempre la misma. "Desde el momento de la concepción es un ser único y maravilloso".


La verdad es que me da una rabia terrible, se supone que estamos en unos tiempos muy modernos en los que se puede hablar de sexo sin tabús y resulta que lo más bonito y lo más importante del sexo está sometido al mayor de los tabús.


Y esa rabia es porque con estas actitudes lo único que se consigue es privar a las mujeres de una de las experiencias de la vida más maravillosa: "La maternidad".


Cuando les digo que no me voy a poner epidural, que lo único que voy a hacer es respirar, que a ser posible no quiero un gotero de oxitocina, sino que basta la presencia de mi marido para que mi cuerpo la genere de forma natural piensan que soy rara y que sólo yo y tres o cuatro mujeres más son capaces de tener un parto así. Yo les digo que se equivocan que cualquier mujer puede dar a luz , que su cuerpo esta preparado para ello y que lo único que hay que aprender es a no oponerse al cuerpo, a respirar y en cada contracción pensar ya queda una menos para conocer a mi bebé.


Comentarios

  1. Me parece digno de admiración esto que escribes, Eos. Lo que no me explico es que la llamada "sociedad de la información" esté tan profundamente desinformada sobre uno de los actos más importante de la Humanidad, como es la procreación, sin la cual es impensable la supervivencia de nuestra especie. Es alucinante hasta qué punto está siendo manipulada nuestra sociedad hasta perder las nociones más básicas de lo que es el ser humano, ahora que existen tantos medios avanzados para saberlo mejor que nunca.

    En fin, mucho ánimo con las cuatro semanas que te quedan, y que el bebé salga tan majo como tú. ;-)

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  2. Lo triste es que toda esta "desinformación" vienen propiciadas desde los gobiernos...
    En el curso de parto dedican una clase entera a desinformar sobre anticonceptivos, como siempre se empeñan en decir que los naturales fallan. Siempre omiten el persona, que es tan fiable como los hormonales y obviamente no tiene efectos secundarios. Incluso se empeño la matrona en decir que los de progesterona no tienen ningún mal efecto cuando resulta que además de todos los habituales puede producir tumores....

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  3. Anónimo9:58 a. m.

    Yo también te quiero dar mucho ánimo!. La labor que estás llevando a cabo con tus compañeras, es impresionante! Enhorabuena! ;)

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  4. Leo esta entrada cuando ya debes estar cerca del gran y maravilloso momento.

    Dentro de poco tendremos un bebé bloguero ^_^

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  5. Anónimo10:16 p. m.

    Eos:
    Coincido contigo en la maravillosa experiencia del parto.
    Pero, sinceramente, duele un montón.
    Por favor, explícame eso de la oxitocina y tu marido. Es la primera vez que lo oigo.
    He tenido dos partos: uno con oxitocina y otro sin ella y no hay color. La oxitocina deberían prohibirla.
    En mi segundo parto, yo misma posibilité las contracciones con un poco de experiencia.
    El caso es que tú lo cuentas y la gente te mira con unas caras fuera de lo normal. Piensan que eres rara. Si para colmo se trata de una mujer que no ha tenido ningún hijo antes, el extrañamiento y el pudor están servidos.
    Pienso que tener un hijo es lo más maravilloso del mundo.
    Tu niñita es un primorcito de Dios, pero ya era un primorcito de Dioa cuando estaba en tu vientre.
    Felicidades una vez más.

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  6. Es sencillo, a la oxitocina se la llama la "hormona del amor" por que tu cuerpo la segrega en ciertos momentos, me explico, una caricia de tu marido, una mirada sonriente, que te coja de la mano, un pequeño masaje,... todo eso hace que tu hipotálamo comiece a producirla de forma natural y esa oxitocina es la buena y no la mala imitación que nos ponen en el gotero.
    Cuando iba a nacer mi segundo hijo, le tenía tal miedo al gotero de oxitocina que no avisé hasta que las contraciones fueran muy seguidas y no me lo pudieron poner. En aquella época en el momento de final de la dilatación no dejaban estar al marido, pero resulta que dilatando conmigo había una señora vinculada al hospital y claro como querían dejar pasar a su marido, tuvieron que dejar pasar al mio. Tenia un monitor conectado y fué dejar entrar a mi marido y las contraciones disminuyeron en intensidad (dolor ) pero aumentaron su duración. En ese momento dice la matrona "voy a echar a tu marido tus conrtraciones son menos intensas" y yo le digo, "no se por que ? estoy notando que se me resbala, tengo ganas de empujar el niño quiere salir", ella dijo "¿Con esas contracciones ? pero se acercó a mirar y vió que efectivamente era todo como yo le decía pasamos al paritorio y te aseguro que fué el mejor parto de los cuatro.

    Explicación "cientifica", ante la presencia de mi marido, sus caricias y atenciones mi cuerpo comenzo a segregar oxitocina de la buena como un loco y eso hizo que el parto avanzase. No se que tendrá la mala imitación que ponen ellos, pero ya te digo como la oxitocina natural, es decir la que segrega tu cuerpo o hay ninguna ;-)

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  7. Anónimo5:23 p. m.

    Mi primer embarazo fue traumático.
    Me quedé sin líquido amniótico en la semana 27 y me ingresaron en el hospital para prepararme para una cesárea de urgencia. Cada dos días me hacían una ecografía dóppler y dos veces al día me monitorizaban. Cuando me dijeron que mi hija iba a nacer en la semana veintisiete, yo no hacía otra cosa que llorar y llorar. Al cabo de dos días de llanto, decidí que mi hija no se merecía esa llantina y me calmé. Estuve hospitalizada hasta la semana 36. Fue horrible. En la seman 36 me indujeron el parto: me rompieron la membrana, pusieron el monitor en la cabeza de mi niña y me metieron oxitocina por gotero desde las 13:00 hasta las 19:00, hora a la que me pusieron la epidural y ya no me enteraba.
    La experiencia que tengo a partir de ese momento es bellísima, pues sentía lo suficiente como para empujar, pero no me dolía. A las 22:30 me fui a paritorio. Entró mi marido conmigo. Él fue el primero en coger a mi hija, antes que la ginecóloga. Fue el momento más maravilloso de toda mi existencia y el de mayor amor hacia mi marido. No hay nada igual.
    Mi segundo embarazo también cursó con problemas, pero como estaba previsto, pues guardé reposo absoluto y la niña nació a término.
    No fui al hospital hasta que no sentí fuertes las contracciones. Cuando llegué me pusieron epidural, también muy bien puesta. Noté que mi niña se salía. Hábía ocho partos a la vez en el hospital esa madrugada. Llamé a la ginecóloga y le ordené que me hiciera rápidamente la episiotomía. Entonces, me dijo que ya no era necesaria. El subidón que me dio de la alegría fue total, pues en el primer parto, al coserme, se me hizo un granuloma que me lo hizo pasar mal,con muchos dolores. A la media hora estaba dando el pecho a mi niña y a la hora estaba andando.
    El embarazo y el parto son lo más maravilloso de la vida. Son un verdadero milagro.

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