Un gran domingo

Hoy nos hemos despertado ni muy tarde ni muy temprano, hacía un buen día fuimos toda la familia a misa y Eva no dió demasiada guerra y eso que en la iglesia hacía calor.
Después de comer fuimos a ver la villa romana de Veranes.
Teniamos miedo de no llegar pues cuando la inaguraron se parecía en algo a La isla de Muerta (piratas del caribe) "imposible llegar si no sabes donde esta". Afortunadamente ahora hay bastantes carteles y, aunque iba conduciendo yo, llegamos sin novedad.
Fuimos con el carnet de familia numerosa ya que en los museos de Gijón hacen descuento a los niños de familia numerosa y resultó que los domingos en este museo es gratis.
No había demasiada gente asi que pudimos ver bien esta villa romana, bueno lo que queda de ella, que luego durante la edad media fué un monasterio.
Una vez vista la villa de Veranes fuimos hasta la playa a tomarnos un helado a una heladería nueva ("Regma") que descubrio Aliria cos sus amigas. La verdad es que no nos defraudó en absoluto, los helados son bastante grandes y están muy buenos por que son artesanales. Dimos un paseo por el muro, nos llegamos hasta "Los Vikingos" a por unas hamburguesas (este local es muy pequeñito y lo recuerdo desde que tengo recuerdos en el muro, hacen perritos y hamburguesas con pan de verdad y las hamburguesas no son congeladas como en mc donalds) y luego volvimos a casa a jugar con el Wii Fit (hay que quemar el helado y la hamburguesa) .
Nos lo pasamos muy bien, quizás algunos penseís que este domingo no tiene mucho de extraordinario pero para nosotros fué un gran domingo. Es divertido hacer cosas en familia ;-). Cada vez estoy más convencida de que lo importante nos es sólo lo que haces sino con quién lo haces.

Comentarios

  1. Siempre les digo a mis amigos que Galicia es como Asturias, pero peor cuidada. Incluso en las ruinas. En Vigo tenemos una villa romana junto a la playa del Vao, frente a la isla de Toralla, y lleva décadas cerrada al público. Antes se podía ver a través de la verja, pero ahora ni eso... :-(

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  2. Para montar museos el ayuntamiento de Gijón tiene una formula maestra, primero contrata mediante panes de bajo coste a desempleados del municipio, luego construye un pequeño edificio de entrada, encarga un audiovisual (suelen estar bastante bien) pone un camino que da muchas vueltas a lo mismo y ya tenemos un museo ;-).

    Quizás sea porque en Vigo ya teníais muchas cosas que enseñar al turista y en Gijón eran pocas. Pero quien sabe a lo mejor algún dia reabran vuestra villa romana.

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  3. Eos, me parece un domingo perfecto, y te agradezco que lo hayas compartido con nosotros. Tengo muy claro que la felicidad está en momentos como ése, donde puedes contemplar la sonrisa de tus hijos y saber que lo único importante es que sean felices. Me he visto paseando al tiempo que leía tu entrada y tomaba un helado. Maravilloso.

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  4. Muchos amigos me dicen, cuando hacemos esos viajes tan largos y tan lejos que porqué llevo siempre a mis hijos con nosotros.

    La verdad es que es sencillo, en esos días, aunque parezca mentira, tenemos más tiempo para compartir las inquietudes y los problemas de cada uno; que, en la rutina del "día a día" nos cuesta un poco más.

    Y, sobre todo, porque como tú has dicho: "lo importante nos es sólo lo que haces sino con quién lo haces". Sin duda.

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  5. Crispal me alegro que disfrutaras del paseo y del helado ;-)

    Schwan sin ellos el viaje no merecería tanto la pena ;-) seguro

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  6. Anónimo6:18 p. m.

    Queridos amigos:
    A mí esos domingos me parecen los mejores de mi vida.
    Nosotros lo hacemos mucho.
    Solemos hacerlo solos los cuatro, pero de vez en cuando también compartimos con otros amigos que tienen niños y por supuesto con los abuelos.
    Quería destacar un episodio que tuvimos el domingo pasado, porque sé que os va a gustar.
    Nosotros estamos pasando por un momento duro en la relación de familia. No es que nos pase una cosa grave, pero el exceso de trabajo por nuestra parte y los celos y las llamadas de atención de nuestras hijas nos llevan a discutir a mi marido y a mí y esto se hace difícil.
    Casi todos los domingos del verano nosotros vamos a bañarnos a un hotel de la frontera portuguesa que da unos servicios extraordinarios a un precio bastante económico. Pero este domingo, después de venir de Portugal (como dicen mis hijas) nos fuimos directamente al río. Allí nos esperaban mis primos, sus esposas y sus niños. Llevamos unas mantas de tiras, unas esterillas, una buena cena y una linterna. Cenamos y esperamos que se hiciera de noche para que aparecieran las estrellas fugaces de la noche de San Lorenzo. Todo ello amenizado por la historia de San Lorenzo contada por mi marido y comentada por la esposa de mi primo (el rescatador de PCs de la entrada anterior). Lo pasamos genial.
    Se disfruta muchísimo de las cosas sencillas. Es una pena que no siempre sepamos ver lo maravilloso de nuestra existencia.

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  7. Me hubiera encantado estar con vosotros contemplando las estrellas de la noche de San Lorenzo y escuchando la historia.
    Precioso ;-)

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